Lucybell - Comiendo fuego

Muchos pensaron...y me incluyo, que la salida de Francisco González durante el 2005 terminaría por apagar el sonido de una de las bandas chilenas de mayor proyección internacional de los últimos años. A mediados de los 90`s alcanzaron notoriedad en un compilado de bandas chilenas emergentes donde fueron incluidos con su primer single titulado de Sudor y Ternura, que fue incluido en su disco debut, Peces (1995), donde se diferenciaron del resto de la escena musical de ese entonces con temas influenciados, principalmente, por el rock británico y que los llevó a posicionar varios singles en los primeros lugares de los ranking nacionales con canciones como Vete, Cuando respiro en tu boca y Eclipse, entre otros.
No es extraño que después del éxito alcanzado por cualquier disco debut las expectativas del segundo sean altas, con Lucybell no paso lo contrario, Viajar (1996) tenía la presión de ser el sucesor. Las opciones eran dos, repetir la exitosa formula del disco debut o arriesgar con un sonido diferente o por lo menos una señal de maduración musical...Opción b, las guitarras agresivas y los sonidos lúgubres dieron paso a la experimentación en un disco que mezcló de forma sutil las guitarras acústicas en Carnaval o la mezcla con bases electrónicas en temas como Mataz o Viajar, la influencia del tecladista Gabriel Vigliensoni, que saldría años más tarde, fue clave para dar este sonido, un músico que por estos días es uno de los referentes más importantes de la movida electrónica nacional y que puso su firma, sin desmerecer al resto del equipo, a un disco que musicalmente no esperaba casi nadie pero que bajo mi visión (o mejor dicho mi oído) es el mejor de su carrera.
Su disco homónimo de 1998 debía ser el salto definitivo a la consagración, sus videos eran rotados constantemente en MTV Latinoamérica (un canal que por estos días se parece más a E! o S.Q.P que a un canal de música) como se dice en la jerga futbolera la pelota estaba “dando bote” bastaba un Arriba y cruzado! pero...nada de eso, los conflictos entre los integrantes marcaron el fin de la banda como cuarteto, tras la salida del mencionado Vigliensoni y el bajista Marcelo Muñoz, obtubieron bajas ventas comparado con los discos anteriores, apareciendo los fantasmas de la disolución definitiva. La llegada de Eduardo Caces y el nacimiento de Amanece (2000) demostraron el liderazgo de Claudio Valenzuela y la fé que tenía en su proyecto, quizás acá comienzan a escribir la segunda parte de su historia con la firma del contrato con la multinacional Warner y la exportación de su música a toda Latinoamérica, especialmente México, emulando los pasos de La Ley.
Luego salió el disco en vivo Sesión Futura, probando también con el formato DVD, un arma nueva con la intención de consagrarse definitivamente, este disco resumió su historia musical a la fecha, un trabajo en el que demostraron que el sonido seguía intacto y de paso mostrar el afiatamiento de Caces con Valenzuela y González, plasmando en Lúmina (2004) su posterior disco de estudio la versión 2.0 de la banda, mostrando por primera vez al baterista en la faceta de cantante en los temas Besaré tu piel, Ojos del silencio y Planta sol.
La salida de Francisco González, baterista y fundador de la banda junto a Valenzuela, y la llegada de Cote Fonsea, ex integrante del grupo Dracma, dieron origen a su reciente trabajo bautizado Comiendo fuego (2006), que musicalmente es parecido a Lúmina, pero con algunos temas que van derecho ser singles como Eternidad, Resplandor y Por qué no estas aquí, convirtiendolo en un trabajo más directo y potente, destacando la fuerza de Fonsea en la batería tanto en el disco como en sus presentaciones en vivo, quizás se pierde algo de la atmósfera a la que estabamos acostumbrados, pero no por eso deja de ser un gran disco.

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